Banco de Proyectos UNM

Resumen: Desde una mirada generalizadora y apresurando una definición, la arquitectura se plantea como disciplina que tiene a la ciudad y su arquitectura como objeto de producción específica. Dentro de ésta, las áreas que integran la currícula se organizan según sus especificidades en torno a su objeto de estudio. Puntualmente, y enfocado en nuestra universidad, el objetivo de la arquitectura radica en la posibilidad de proponer acciones concretas frente a las necesidades sociales emergentes y crecientes. La definición de objetivos arquitectónicos implica la “interpretación de contenidos sociales”, es decir, la detección, la enunciación de una necesidad, y luego “la adopción de una estrategia y de un mecanismo de prioridades. El concepto de arquitectura es un concepto histórica y geográficamente relativo”.1 Y es entonces en la relatividad de este concepto en donde la arquitectura se vuelve un saber situado, circunstancialmente y contextualmente. Y, por ende, dinámico por definición. Asimismo, es importante destacar la consideración de la arquitectura como disciplina cultural, la cual integra saberes programáticos, estéticos, técnicos, sociales, éticos, antropológicos y filosóficos desde un abordaje crítico y desde una profunda construcción teórica. En el plan de estudios de la carrera de Arquitectura de la UNM se establece que: “el Taller de Arquitectura, en tanto única asignatura anual y columna vertebral de la carrera, constituye a la par que el espacio curricular de integración explicitado en el Plan, el espacio de motivación y retención por excelencia en los primeros años de carrera. Las acciones de coordinación en sentido horizontal son abordadas por el sistema de Ciclos. La coordinación vertical se lleva a cabo a través de las Áreas organizadas como una estructura en espiral, donde los conocimientos se amplían y profundizan a medida que se desarrollan los Ciclos. “ Asimismo, cabe destacar que el perfil específico delineado desde nuestra casa de estudios, apunta a la formación de un profesional que “desde una intensa y jerarquizada formación en el oficio, esté en condiciones de insertarse rápidamente en la producción del hábitat”, quedando por fuera la idea del rol tradicional del proyectista como único válido, aspecto promovido en otras universidades. Dicha producción del hábitat a su vez, engloba diferentes saberes, los cuáles se parcializa, se fragmentan, y se integran en función de los intereses particulares y las trayectorias delineadas por los egresados. Entendemos en este marco, que la arquitectura se constituye como un núcleo epistémico, con sus características, particularidades, referentes y condicionantes. Entonces, y en función de lo expuesto proponemos relevar parte de la producción realizada durante los primeros años de la carrera, en donde se hayan formulado ejercitaciones prácticas que promuevan la integración entre áreas epistémicas, en función de los ejercicios proyectuales propuestos. Asimismo, estudiar las articulaciones posibles con otras carreras del departamento, relativas al campo del conocimiento proyectual. Específicamente, estudiar la relación entre los saberes disciplinares integrados a fin de generar una mirada sobre nuestra disciplina que contemple la formación de los arquitectos que actuarán como hacedores del territorio, junto a otros actores sociales. -1 Definición extraída del Plan de estudios de la carrera de Arquitectura. Universidad Nacional de Moreno. Pág. 4. abril de 2014